GUÍA TURÍSTICA PARA LA VALORACIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL DE COBQUECURA
Natalia Hurtado | Directora de proyecto
Soy Ingeniera en Administración de Empresas y me apasiona impulsar proyectos que generen un impacto positivo en lo social, cultural y comunitario. He trabajado en iniciativas patrimoniales, con enfoque de género y en el fortalecimiento de la vida cultural de Cobquecura.
Este proyecto no es obra de una sola persona, sino el resultado del trabajo colaborativo de un equipo comprometido con Cobquecura y su patrimonio:
Verónica Espinoza, Antonia Cornejo, Consuelo Antezana, María Ignacia Vega, Marcela Vega y Natalia Hurtado
Como directora de proyecto, asumo un rol de coordinación y liderazgo, pero es este equipo el que hace posible la creación, investigación y difusión de la guía.
¿A qué sector o ecosistema ayuda tu idea o proyecto?
Nuestro proyecto aporta principalmente al ecosistema costero y marino de Cobquecura, pero también abarca su biodiversidad terrestre y rural. A través de la guía de campo buscamos generar conciencia en distintos actores —habitantes, visitantes y comunidades educativas— sobre la importancia de resguardar este patrimonio natural y cultural. Aunque está enfocada en el turismo, asumimos que como residentes tenemos una responsabilidad social y ambiental: educar a quienes nos visitan, compartir nuestras riquezas patrimoniales y, al mismo tiempo, transmitir la relevancia de cuidarlas y preservarlas. Así, fortalecemos una relación respetuosa y sostenible entre comunidad, territorio y visitantes.
¿Qué problema aborda tu proyecto?
El proyecto aborda la falta de conciencia y educación respecto a la conservación del patrimonio natural y cultural de Cobquecura. El turismo muchas veces se desarrolla sin información suficiente sobre la biodiversidad local y los cuidados que requiere, lo que genera impactos negativos en los ecosistemas y en la valoración de la identidad territorial.
¿Cómo tu proyecto soluciona el problema identificado?
La guía de campo invita a conocer Cobquecura desde el respeto y la educación ambiental. Su impacto esperado es generar visitantes más conscientes, comunidades locales empoderadas y un territorio protegido, donde el turismo fortalezca la identidad en lugar de ponerla en riesgo.